Credo

Si te atrapan las penas, considera

que debes seguir firme, no te rindas

que si te fijas bien hay cosas lindas

en este mundo aunque el dolor te hiera.

Mira la luz del sol cuando despierta,

siente la brisa acariciar tu cara

cuando se envuelve en la mañana clara

y acude el nuevo día a abrir la puerta.

Sé cauto al otorgar una promesa,

pues ella es el valor de tu palabra,

es la piedra vital donde se labra

la honestidad, el temple y la nobleza.

Desdeña lo banal del egoísmo,

sé humilde ante los triunfos que te elevan

porque las sendas que a la cima llevan

conducen de regreso hacia el abismo.

Si estás cansado ya de andar, descansa

y si el temor llega a asomar, prosigue,

aunque el clamor del mundo te fatigue

tu fuerza es el rugir de la esperanza.

Sonríe cuánto puedas, ¡con euforia!

la vida es una fiesta, ¡ve y disfruta!

que el éxito sin gozo no es la ruta

que te lleve al portal de la victoria.

Por eso, si momentos negros vives,

y surge aquello que te causa miedo,

sólo practica de la vida el credo

y da de amor, lo que de amor recibes.

- Javier