Has puesto de cabeza a mis temores,
has abierto un compás a mis esperas,
le robaste una esquela innecesaria
a cada una de mis otras muertes,
y le diste una lágrima de mas
a cada una de mis tantas vidas.
has abierto un compás a mis esperas,
le robaste una esquela innecesaria
a cada una de mis otras muertes,
y le diste una lágrima de mas
a cada una de mis tantas vidas.
Eres como la tarde, callada y cautivante,
escondida en las sombras de un halo misterioso,
y mis versos te buscan como al rocío el alba,
te visto de caricia y cuelgas de tus labios
esa leve sonrisa que borda tu alegría.
Que agite el viento los trigales en tu pelo,
que asome el mar que se derrama en tus pupilas
Y que la vida siga siendo un brillo extraño
que se hace brillo de promesa en tu mirada.
No tengo más que versos fieles en mis manos
para pagar tantas visitas a mis sueños,
para guardar en mis oídos tantas voces
que se derraman como canto de tus labios.
- Javier
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