Fuiste tan solo un sueño, lo supe, sin embargo
dejaste unas profundas pisadas en mi arena;
pero cayó el telón y el mundo se hizo cargo
de hacerme comprender que amar es mi condena.
Fuiste tan sólo un sueño, pero ¡cómo me hieres!
cómo arde mi razón en estas tardes mustias
cuando eres un recuerdo cautivo, cuando eres
como un golpe de amor que agita mis angustias.
Fuiste tan sólo un sueño de un tiempo fugitivo,
onírica obsesión, afán irreflexivo,
los restos de un anhelo que desafió a la suerte.
Fuiste tan sólo un sueño pero en verdad no importa;
los sueños duran tanto, y la vida es tan corta,
que algunos despertares se funden con la muerte.
- Javier
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