¿Será esta
triste noche que devora
el brillo
de sus astros infinitos
lo que
hace vacilar a mis razones
cuando
te digo adiós y no lo siento?,
cuando
me quedo atado a tu presencia
aunque
no estés aquí, mi luz sombría.
Alejo de
mi ser esta sombría
tristeza
y esta sed que me devora
al
recordar a solas tu presencia,
y busco
en los rincones infinitos
el
temple de expresarte lo que siento
con este
amor a falta de razones.
Te pido
que lo pienses y razones
no tengo
paz para mi fe sombría
ni sé cómo
decirte que lo siento.
La gula
de la culpa me devora
muy
lejos de los cielos infinitos
que se
abren cuando advierto tu presencia.
La noche
se hace lánguida y presencia
mi
búsqueda incesante de razones
que
puedan aplacar los infinitos
sentimientos
de culpa. La sombría
devastación me aqueja y me devora,
al no
decirte todo lo que siento.
Apago
mis reproches porque siento
que el día
está llamando a su presencia;
su luz
cubre a la noche y la devora,
el cielo sigue reglas y razones
que enmarcan la mañana, y la sombría
noche guarda sus ayes infinitos.
Recuerda
nuestros mundos infinitos
y todo
este amor que por ti siento,
aléjame
¡por Dios! de la sombría
soledad, ven y dame tu presencia
pues
tengo multitudes de razones
para
darte este amor que me devora.
Si me
devora el ansia de infinitos
motivos y
razones, es que siento
que falta
tu presencia, luz sombría.
- Javier
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