Cabanyalidades

 Vivió porque no tuvo mas remedio,
una vez que hubo dado el primer grito
no había vuelta atrás.

Encontró que la vida era un manjar
que se come mejor sin los cubiertos
y que las mariposas eran orugas aladas,
presumiendo su metamorfosis de flor en flor.

Bajó a las tierras de los hombres
y vio lágrimas en el ojo apagado de la prostituta,
soledad en la mano extendida del mendigo,
gritos en la boca sellada del drogadicto
y amor en las manos escondidas de los amantes;

Escribió porque no había otra salida,
nadie más notó la mugre en el rostro del chiquillo
cuyos padres obligaban a pedir limosna;
nadie más vio aquel corazón en bancarrota,
nadie se dio cuenta que la Tierra 
nos llamaba con sus carnes laceradas,
exhalando alaridos de gases industriales
y derramando lágrimas de glaciares derretidos;

Colgó sus versos en la luna, 
plantó palabras en las redes cibernéticas y,
por si acaso la muerte le alcanzara
sin pedir consentimiento,
dejó en el patio de un poema su epitafio…

Murió porque le dio la gana.

- Javier (para Claudieta)

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