No busco galardones ni el aplauso
cuando suelto un poema a pleno vuelo
me basta con el gozo que me causo
cuando el verso se adueña de mi cielo.
No puede dar un premio el regocijo
de un verso empecinado en sus enredos,
la estrofa que se viste de acertijo
para que le descifre con mis dedos.
No encuentro gozo igual entre la palma
que un verso pasajero de mi pluma,
la letra que acaricia y brinda calma
es esa que me elude y que me abruma.
es esa que me elude y que me abruma.
El verso sólo va tras la conquista
de voces que se ocultan en la nada,
de voces que se ocultan en la nada,
abrir una verdad que se resista
a proclamar la voz de su llegada.
El verso no precisa de lisonjas
ni de injustas diatribas, huecas, malas
¡que se inflen tan sólo las esponjas
y el verso vuele con sus propias alas!
- Javier
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