Te vi volar, gaviota, con alas extendidas
bajo un cielo infinito sobre el mar
y en telones azules al sol dabas mordidas,
te ibas con la luna al despertar.
Te vi y eso es bastante para todas mis vidas,
sentí tus ojos brujos matizar
las sombras de mis valles, mis penas aguerridas
buscando guarecerse en tu avatar.
Te vi regando fuentes con lágrimas caídas,
cristales en tus ojos y un pesar,
y tu alma fatigada mostraba sus heridas,
las que llegan a ti sin avisar.
Te vi buscando el sol en playas escondidas,
en otros cielos, lejos de tu hogar,
dejaste aquí olvidadas caricias encendidas
y un par de nuevos besos sin usar.
Te vi doblar tus alas cansadas y abatidas,
cuando hallaste de nuevo tu cantar,
y cuando vi mi arena sin tus huellas queridas
guardé mi canto y te empecé a extrañar.
Gaviota de mis cielos, regresa, no me impidas
que cubra con mi amor tu malestar,
tus mares y mis cielos no admiten despedidas,
y está mi corazón de par en par.
- Javier
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