Parte 1
1. Cuando el astro rey se acuesta
a dormir tras las colinas
salen prontas y argentinas
las estrellas de su siesta,
y la blanca luna presta
sus finos hilos de plata
a la noche que relata,
con sus voces infinitas
los pesares y las cuitas
que sacuden al pirata.
2. No tiene pierna de palo,
su corazón no es de piedra
y la soledad le arredra
aunque pretenda ser malo.
La noche es solo un regalo
para ocultar su penuria,
disfrazarla con la furia
de la que hace siempre alarde
pero cuando cae la tarde,
se asoma pronta la injuria.
3. En su ayer hubo una historia
que no cubrirá el olvido
ni las olas ni el rugido
del dolor en su memoria,
como pena transitoria
que llega de vez en cuando,
a endurecer a ese blando
corazón que se desata
con las penas del pirata
cuando no lo están mirando.
4. Ella fue su bella musa
la que de amor se vistiera
pero llegó una quimera,
mujer con labios de intrusa
y cuando el bajó su blusa
ella bajó sus defensas;
el sucumbió a las inmensas
artes de su seducción
y le rompió el corazón
a su amor con sus ofensas.
5. La musa armó sus perdones
y un adiós para el camino,
Él lo festejó con vino,
cama y falsas ilusiones,
las que a falta de razones
borda el hombre mientras dura
el sabor de una aventura;
ese hueco sentimiento
que cuando lo lleva el viento
queda sólo la basura.
6. Como todas las doncellas
que visten besos infieles,
y los siembran en sus pieles
ella se fue de sus huellas,
pues cual fugaces estrellas
que arden y desaparecen
los amores nunca crecen
si se siembran en traiciones
y destrozan corazones;
porque no se lo merecen.
7. El buscó a su musa amada
lleno de arrepentimiento,
ella dijo, amor, lo siento
para ti, ya no soy nada,
solo soy una apagada
sombra por lo que me hiciste,
esa musa ya no existe,
yace en la traición y el fuego,
sus cenizas hoy te entrego,
y el candor del alma triste.
8. “Puedes quedarte si quieres”
dijo su mujer dolida
“eres parte de mi vida,
mas de mi tú ya no esperes
que perdone tus placeres
y olvide lo que ha pasado.”
El volvió al fin a su lado,
Intentando urdir perdones,
ella puso restricciones
y las cobijó en su enfado.
9. Ella se envolvió en su llanto
él lo hizo en su mutismo,
ya no fue nunca lo mismo,
y el dolor tendió su manto;
desapareció el encanto
y nacieron las tristezas,
se cerraron las promesas
y se abrieron los reproches,
cada uno con sus noches
tachonadas de asperezas.
10. La pobreza les atrajo
sin pedir consentimiento,
¿cómo tener un sustento
sin ánimo ni trabajo?
Se cayó el ultimo gajo
que quedaba de esperanza,
es que si el amor se cansa
queda el alma tan vacía,
el adiós asoma un día
y hace añicos la balanza.
11. Él tomó el rumbo del mal
se volvió un ladrón temido
y su fama de bandido
se hizo grande e irreal,
con vigor negro y brutal
el pirata hizo fortuna
pero no mira a la luna,
tiene miedo que le muerda
con los besos que recuerda
de la que amó cual ninguna.
12. Se asomaron hilos grises
alrededor de sus sienes,
tiene fama, lujos, bienes,
dos amantes infelices,
y le buscan tres países,
por faltas a la justicia;
pero falta la caricia,
la virtud del alma buena,
y le sobra una gran pena
que al nacer la noche inicia.
PARTE 2
1. Los rumores llegan lejos
cuando les crecen sus alas
y hasta las noticias malas
vuelan en mares añejos.
Con ojos grandes, perplejos
el pirata atento escucha
que su musa amada lucha
contra un mal que le acongoja
y se dice que no afloja,
que la seriedad es mucha.
2. Dicen que años ya son varios,
en que su piel se marchita,
y con el alma contrita
va sumando calendarios,
y se dice en comentarios
que parecen ser muy ciertos,
que en sus labios casi muertos
susurra incesante el nombre
de su amado, de aquel hombre
que causó sus desconciertos.
3. Dicen entre aquel murmullo,
que la vida le fue adversa,
pero que aún se esfuerza
por el hombre que fue suyo
bajo el manto y el arrullo
del amor y de sus nichos,
aquel que ante los caprichos
de una cusca casquivana
se alejó alguna mañana
entre amargos entredichos.
4. Dicen que quedó prendido
de su boca un “no te vayas”,
esas cosas que te callas
y no guarda ni el olvido,
las palabras que el oído
de su amado no escuchó
un perdón que se quedó
en la tierra oscura y ciega
donde el “nosotros” no llega
y donde termina el “yo”.
5. Dicen que sufrió la espera
del amor que ya no vino,
hasta que su cruel destino
se llevó su primavera
y al bajar su cremallera
para recoger migajas
fue zurciendo las mortajas
de sus sueños apagados;
!ay de los besos comprados
con oro y pasiones bajas!
6. Fue dejando en sucios lechos
pedacitos de su numen,
mas no deja que se esfumen
sus recuerdos ya desechos.
Con sus clientes satisfechos
y un puñal en su memoria
la musa se siente escoria;
su razón es una herida
que va vaciando su vida
como el brocal a la noria.
7. Cuando asomaron los años
a su piel samaritana,
se encontró alguna mañana
sola, enferma y entre extraños,
no cupieron los engaños
que guardaba el maquillaje,
su cuerpo sufrió el ultraje
del desprecio de sus clientes,
y entre sus frases hirientes
su pasión cambio de traje.
8. Como duele el pensamiento
cuando hay un dolor guardado,
cuando el hoy huele a pasado
y el mañana es solo un cuento.
Ella busca su sustento
mendigando en las esquinas
en las tardes citadinas
cuando el hambre se aparece,
mientras su cuerpo padece
las dolencias asesinas.
9. El doctor hace un examen
sobre su padecimiento;
“No sabes cuánto lo siento,
no es muy bueno tu dictamen.
necesitas que te amen,
no tienes fuerza en tu vida,
tu alma esta desfallecida,
y eso no trae nada bueno”
dice apenado el galeno,
“¿Porque llevas esa herida?
10. ¿Qué fue de tus sueños viejos
y de tu cantar de musa?
¿quien es esa que te acusa
por detras de los espejos?”
“Mi amado se encuentra lejos
y la noche se aproxima,
la vida me cae encima
en cada paso que doy,
y a donde quiera que voy,
hasta el aire me lastima.”
11. Se que no cierro mis ojos
porque yo aún le espero
aunque sé que a diario muero
entre tristezas y enojos
aún guardo los despojos
de los sueños que dejamos;
y si muero en mis reclamos
sobrevivo en el anhelo
de que un día en otro cielo
nuevamente nos veamos.
12. El doctor se fue contrito
encendiendo una oración
para que su corazón
no estuviera tan marchito.
‘Ven mi amor, te necesito"
susurró ella, todavía
aferrada a la vacía
ilusión que fue de dos,
y de pronto oyó su voz
“Aqui estoy amada mía”.
Parte 3
1. Ella lo mira entre sueños,
él la mira entre sollozos,
! tantos recuerdos hermosos!
que a pesar de los empeños
de los relojes, los dueños
del tiempo, no se han borrado;
emisarios del pasado,
lazos entre el hoy y el antes,
que fusiona a los amantes
que un adiós ha distanciado.
2. “¿Estás conmigo en verdad
o tan solo estoy soñando?”
pregunta la musa cuando
vence su perplejidad.
“Aquí estoy en realidad
he vuelto por ti, mi amada
porque sin ti no soy nada,
aunque lo posea todo,
y muero de cualquier modo
sin tu risa enamorada.”
3. “Yo comparto tu dolor
porque no estuve en tu vida,
porque hui como homicida
del cadáver de este amor,
porque no tuve el valor
de luchar por que lo nuestro
no cayera en el secuestro
del enojo clandestino,
porque hundí nuestro destino
en el mar de lo siniestro.
4. “No te culpes más, intuyo
que también yo tuve culpa
me he guardado la disculpa
en la bolsa del orgullo,
el error ha sido tuyo
pero yo no supe darte
mi perdón y eso me parte
este pecho en mil pedazos.
Te alejaste de mis brazos
y yo no quise abrazarte.”
5. En los restos de la tarde
él le abraza fuertemente,
y ahí juntos, frente a frente,
donde el tiempo es un cobarde
el amor de nuevo arde
y renace el sentimiento
en la voz de un juramento.
“Con el corazón te digo
que siempre estaré contigo,
y Dios sabe que no miento.”
6. “Te prometo que jamás
dejaré tus madrugadas
sin mis caricias atadas
al sendero de tu paz.
Vamos a dejar detrás
el error que cometimos,
yo habré de dejar mis timos
tú, las camas cortesanas,
y abriremos las ventanas
al amor que nos tuvimos”.
7. “Yo prometo desde ahora
dedicarme por entero
a mostrarte que te quiero,
que mi corazón te adora,
que esta musa soñadora
que aprendiste a amar un día
sobrevive todavía
a pesar de los pesares;
moveré cielos y mares
para armar tu melodía.”
8. “Cubriré con castos besos
cada una de tus penas,
romperemos las cadenas
y el dolor de los tropiezos,
y hasta el fondo de mis huesos
guardaré yo tus caricias,
y en las noches más propicias
las pondré junto a mi almohada,
y tendrá tu boca amada
de mis besos las primicias”
9. La dulce luna de plata
dejó ser a los amantes,
los del sueño, los de antes
de las penas del pirata.
Los anhelos que desata
el amor cuando está libre
hace que hasta el alma vibre,
que la noche haga una pausa,
que el mañana halle una causa
y la vida se equilibre.
10. En la cresta de los mares,
Se preguntan siempre ¿en dónde
es que el pirata se esconde,
dónde guardó sus pesares?
Sus marinos avatares,
vestigios de sus pecados,
han quedado abandonados,
ahora lucen nuevas prendas
de mentiras, de leyendas
y sueños almidonados.
11. De ella tampoco se supo
donde está su amor maltrecho,
porque ya en su blanco lecho
redimido ya no cupo
ni uno solo de aquel grupo
que pagaba sus favores,
y entre carnes y licores
el burdel con su gentuza
se ha quedado sin la musa;
otra venderá sus flores.
12. Y en algún lugar del mundo
donde no llegan los juicios
ambos cuidan los inicios
de su loco amor segundo,
y en un cielo azul profundo
la dulce luna de plata,
mucho más noble y sensata
que las lenguas homicidas
va curando las heridas
de las penas del pirata.
- Javier
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