Maldito es el destino de la hiena
que tiene que reírse cuando llora,
su risa sin reir es su condena
cuando alguna tristeza le devora.
Qué infame es el vivir del cocodrilo
que tiene que llorar en la alegría
sus lágrimas sin alma son el filo
que logran ocultar su algarabía.
Hipócrita es aquel que concatena
sus lágrimas y risas con sigilo,
guardándose en la risa alguna pena
y dando a la mentira un buen asilo;
pues vanas son las risas de la hiena
y falso es el llorar del cocodrilo
- Javier
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