Coincido con tus dichos señor Borges,
la vida es un tablero de matices;
blancas venturas de sonrientes Jorges
y negras penas de dolientes Luises.
¿Quien no ha debido ser peón un día
para llegar a ser caballo un rato,
ser enroque de besos en sequía
o dar un jaque a algún cariño ingrato?
Juegas a defenderte con las negras,
Y sueles atacar con piezas blancas,
Ignoras los relojes si te alegras
y sudan los segundos si te estancas.
Hay días que te fajas como torre
y en otros te ladeas como alfil,
los hay cuando la vida te socorre
y en otros se convierte en bruja hostil.
Vivimos el anhelo de los peones,
Llegar de las casillas a la meta
Para ser coronado en ocasiones
y atacar las querellas del planeta.
Y cuando ya la meta se vislumbra
nos cae sin avisar un jaque mate
dejando este tablero en la penumbra
y llega presto el fin a tu rescate.
Si Dios te invita un día al ajedrez
arma sin vacilar tu estratagema,
haz un gambito de una buena vez
y cámbiale algún sol por un poema.
Corolario:
En este juego eterno de la vida
No importan los castillos que te forjes,
disfruta solamente la partida
de densos claroscuros, como Borges.
- Javier
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