Si acaso
llega mayo y yo no estoy, querida,
búscame en
esas tardes de cielos descubiertos,
aleja la
tristeza de nuestra despedida,
y deja
que los muertos entierren a sus muertos.
Si acaso
llega mayo y ya no estás, descuida,
atracaré mis horas en tus callados puertos,
resguardaré aquel verso de amor que no te olvida
y extenderé mi espera con los brazos abiertos.
Si acaso
llega mayo y la vida nos halla
en pos de nuevos soles y besos en racimos,
caminaremos juntos nuestra playa serena.
Pero si
llega mayo y nuestro andar desmaya,
seremos un recuerdo de cuánto nos quisimos,
y dos pares de huellas borrándose en la arena.
- Javier
No hay comentarios.:
Publicar un comentario