Licantropías

“Hermano lobo quien puede decir cuál es tu piel
si vistes de cordero y lo haces bien”
Alejandro Filio

Siglos de adversa fama te preceden
cuando se asoma el alma por tus ojos,
rondas la noche llena de despojos,
y tus patas cansadas ya no pueden
sobrellevar la cruz de tu infortunio,
cuando la noche viste en plenilunio.

Lobo de las estepas y del miedo,
de las historias negras que te quedan;
de los mitos banales que se enredan
a una media verdad y se hacen credo,
surcaste airoso el mar de los milenios,
haciendo con la noche tus convenios.

Mas si se fijan bien verán temores
escondidos en la luz de tus pupilas,
y le aúllas a las noches intranquilas,
para calmar el hambre y tus rencores;
quisieras que este mundo te escuchara
y viera tu dolor de forma clara. 

¿Qué ganas con contárselo a la luna,
esa dulce ramera desvelada?
tus aullidos se pierden en la nada,
y tus horas nocturnas, una a una,
se van reuniendo en torno de los cuentos
que lanzan mitos a los cuatro vientos.

Hermano lobo, entiendo tu tormento
tu aullido de dolor es un reproche,
que cruza la negrura de la noche,
pero nadie comprende tu lamento. 
No esperes, lobo, que la gente entienda…
guarda tu piel y vuelve a ser leyenda.

- Javier