¡Qué lento pasa tu olvido!
y ¡qué extensa es la memoria
que se desangra en la historia
de un corazón malherido!
¡Qué amarga sabe la vida
cuando cocinas dolores
que provocan los amores
con sabor a despedida!
¡Qué absurda es esta agonía
que se revuelca en tu ausencia,
cuando el tiempo me sentencia
a ser tuyo todavía!
¿Cuánto valen estos huesos
y unas caricias ya rotas,
mis labios que, a cuentagotas,
va desangrando tus besos?
Hoy que no estás a mi lado
mi mente peca de necia
pues se olvida de la amnesia
que me brinda su cuidado.
Desde que tú ya te has ido
los minutos, poco a poco
intentan volverme loco,
¡qué lento pasa tu olvido!
- Javier
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